miércoles, 28 de noviembre de 2012

Consejos para un escritor. La escritura ¿un don o un tesón?

Siempre me ha gustado la literatura.



De pequeña ya era una gran devoradora de libros que, sinceramente, no eran los más aconsejados para mi edad. Era una lectora precoz. Luego me sirvió para que en el colegio o en el instituto me eligieran 'la lectora universal': todos los libros que nos mandaban leer por temario, yo los leía y los resumía para que mis compañeros no tuvieran que leérselos (¡manda narices!)

Y también en aquellos años, empecé a escribir. Me encantaba. Era una terapia, una experiencia enriquecedora. Ver dónde podía llegar con la imaginación y recrearme en ello. Era una posibilidad que me brindaba el convertirme en otra persona, volverme loca, hacer cosas que ni habría soñado hacer y, tras ello, volver a la realidad como si cualquier cosa.

Últimamente, he abandonado un poco a los grandes de la literatura para acercarme a la que está un poco más de moda. A la actual. Y he visto que el mundo literario se está llenando de malas costumbres. INCLUYENDO LAS MÍAS, ¿EH? No os creáis que ahora me las voy a ir dando de entendida (¡lo llevaba claro, podddiós!). Siempre he dicho que SOY MEJOR LECTORA QUE ESCRITORA y, de hecho, no me considero escritora. Simplemente autora de dos novelas que tuve la suerte de publicar. Aún me queda mucho por aprender y muchas “malas posturas” que corregir. Y ya ni os cuento lo que me queda para PODER VIVIR DE ESTO. ¡Inimaginable!

Durante estos años muchos aficionados a la escritura como yo me enviaron e-mails con sus dudas y solicitando mi ayuda para que sus “bebés” crecieran felices y saludables. 

Ojalá hubiera logrado ayudarlos (o animarlos... eso esperaba, desde luego). Pero, voy a tratar de hacerlo a través de este medio. Recopilando todos aquellos consejos que les di.

He aquí mis instrucciones. A mi no me fallan (aunque no siempre logre los objetivos, evidentemente):
 
1) Créate un protocolo y un horario. El mío, por ejemplo, es:
 
a)   Me recojo el pelo en una coleta y moño (es una manera de decir ‘manos a la obra’, un aviso a mi cerebro: ‘remángate y disponte a ensuciarte las manos y que nada te moleste o entretenga’)

b)   Limpio mis gafas y prendo una barrita de incienso.

c) Enciendo el ordenador (en el mismo sitio, con la misma lámpara) y me pongo a escribir, a la misma hora, todos los días.

    2)  No hagas caso de llamadas telefónicas ni de portero automático ni de nada que no sea tu pantalla, tu teclado, tu Olivetti o tu papel (a cada uno se le da mejor escribir en según que medio. Hay gente que prefiere la escritura con pluma, otros con boli, otros con máquina y otros con ordenador).

     Si cumples el horario estipulado luego podrás responder a todas tus llamadas perdidas. CÚMPLELO: ya sea una hora, dos, media… pero no te levantes del sitio hasta que no hayas terminado.

    3)    No esperes que te venga a visitar LA MUSA de la inspiración. Picasso decía que el día que recibiera su visita, lo encontraría currando. Pues yo voy más allá: la musa esa NO EXISTE. Es un cuento chino. Como lo del Ratoncito Pérez, Santa Klaus, Los Reyes Magos y todas las haditas de los mundos de Yupi. Habrá días que te líes a escribir páginas como si fueras una imprenta y habrá días en que sólo escribirás tres frases a derechas. ¡No te desanimes! El escritor, como ser humano, tiene biorritmos altos y bajos. Días que estará en la cúspide de su creación y días en los que estará desanimado o atormentado por problemas externos que inevitablemente lo influirán. De hecho, quizás a la hora de revisar de esas miles de páginas que has rellenado, sólo TRES PÁRRAFOS se salven de la hoguera.

4) Los libros TIENEN VIDA PROPIA. No los intentes forzar (hazme caaaaasoooo) Habrá personajes que te salgan “por peteneras” no habrá modo alguno de dirigirlos a donde tú quieres. Los habrá que tenían en tu mente cierta relevancia pero resulta que, a mitad del camino, no aportan nada. Y habrá secundarios de los que quieras prescindir pero página a página se van fortaleciendo. Déjate llevar. Si los personajes o la historia te conducen a un final que te desagrada o que no era el esperado, no trates de convencerlos. Yo, sin ir más lejos, tenía nueve novelas completamente terminadas que no me gustaron jamás porque forcé la historia y los finales. Consejo de oro: la realidad puede, o no, ser creíble pero la FICCIÓN SÍ DEBE SERLO.
  
        5) El momento del fin (como ser vivo que es) llega sin preaviso. Como todo. Tú sabrás el momento en que tu labor ha concluido. Sigue sin forzarte. No tienes por qué cumplir un mínimo de páginas y tampoco alcanzar un máximo. Llegará ese instante en que sepas que tu libro ha decidido terminar, que ya no tienes nada más que aportar en la historia, que ya has transcrito tu mensaje.

 Si ha llegado ese “fin”… NO SUEÑES QUE HAS TERMINADO. Ahora viene lo más complicado. Podría decirse que es el INICIO DE TODO. Has pasado tu embarazo y acabas de parir. Ahora, hay que alimentar, limpiar y cuidar de la “criatura”.

1.- LECTURA: Ponte en la piel del lector final. Desinhibete de tu papel de autor. Empieza a leer tu novela y hazlo con coherencia, con total sinceridad. ¿De verdad te gusta? ¿Es mejorable? ¿Tiene errores gramaticales, ortográficos, de estilo? ¿Es creíble?

2.- CORRECCIÓN y DOCUMENTACIÓN: Casi al mismo tiempo, suceden dos cosas:
a) Estás corrigiendo tus faltas de ortografía, de gramática, de estilo y también estás aportando cosas nuevas que le faltaban o estás suprimiendo párrafos que no aportaban nada a la historia. Empiezas a cuestionarte qué personajes son cruciales y de cuales puedes prescindir.

b) Documentación. Si esa historia está fechada entre dos periodos seguro que van a surgir dudas de tipo ¿qué estaba pasando en la historia de esa nación donde he situado la novela? O datos geográficos. O cualquier tipo de dato. Te recuerdo que la ficción debe ser creíble por rocambolesca que sea. Esto es lo que se llama “gazapos”. El protagonista no puede usar un automóvil que no salió al mercado hasta pasado cierto tiempo. No puede haber montañas en una meseta. No deben existir monumentos que no sean los que conocemos del lugar. Las fechas, igual. Si un personaje se encuentra trabajando en el año 2001, cierto día, mira en el calendario: no puede ser sábado o domingo, o navidad.

3.- CAJÓN CON CERROJO, NUEVO CAMBIO, NUEVA LECTURA:
Obviamente, tu historia ha cambiado o se ha visto “ligeramente” modificada. Se han añadido personajes o se han suprimido. Se han aportado o eliminado datos. Es el momento en que tu novela tiene que “chupar” cajón. Por muy currante que seas, no tengas ninguna prisa. Tu cerebro tiene que asimilar los cambios. Déjalo reposar. Un mesecillo, dos,… lo que te pida el cuerpo. Mímalo, mímate.

Vuelve a leer todo después de ese periodo de “vacaciones”. Volverán a surgir correcciones y documentación. Seguro que has citado en alguna página a un personaje que ya no está. Se te habrán pasado por alto un montón de detalles. Volverás a ver faltas de ortografía, gramaticales, de estilo. No pasa nada. No te vengas abajo. Nadie es infalible.

4.- LECTURA PROFESIONAL / REVISIÓN:
No nos creamos “Cervantes”, por favor.

Mandemos a un revisor profesional nuestra novela. Si se la envías a un amigo que te quiere, seguro que la va a ver perfecta. O a tu madre ¡tan contenta la mujer!

No, no, ¡ni hablar! Negativo. Los revisores de lectura SON INDISPENSABLES. Ni te conocen ni tienen por ti el menor aprecio ni antipatía. Son personas que leen mucho, muchísimo y están acostumbrados a hacer ese trabajo. Te enviarán un informe con varios datos: técnicos, literarios, aspectos positivos, aspectos negativos, errores ortotipográficos, gazapos, etc… Valorarán tu novela comercialmente, literariamente, te orientarán de forma totalmente sincera y te sugerirán nuevos cambios o modificaciones. Yo tengo una buena cartera de ellos. Preguntadme y os daré mis recomendaciones. Te darán tu informe en aproximadamente un mes. Espera pacientemente, continúa sin tener ninguna prisa.

5.- ADMITE Y ASUME EL ÉXITO O EL FRACASO:
Cuando recibas tu informe de lectura, léelo con atención. No trates de convencer al revisor de que lo hecho está fenomenal y que él es idiota. Tampoco te excuses ni disculpes nada de lo escrito. Todo lo que te ha dicho es verdad. Pueden influir, claro que sí, los gustos. Obviamente, habrá gente a la que le guste la historia y habrá gente a la que no. Pero ese revisor se ha “desnudado” de prejuicios. Te está contando la realidad pura y dura. Aunque te duela reconocerlo, si tu novela no es publicable, es que no lo es. Y si te sugiere cambios es porque los necesita.

Si el informe es positivo y te ha valorado positivamente tu obra: ¡¡ENHORABUENA!! ¡Adelante! Mándala a las editoriales, agentes literarios, etc… ¡Hay montones de posibilidades!

Si el informe te sugiere cambios. ¡Manos a la obra! Te lleve lo que te lleve. No sé tú pero yo desconfío totalmente de los autores que publican dos y tres libros al año. O tienen negros oooo es que han hecho las novelitas como si fueran churros (y como tal es el resultado final)

Si el informe es negativo y te la ha reseñado como ‘no publicable’. No te pongas a llorar.

O sí..., llora, llora un poco, grita, ¡berrea! pero después, recomponte.

Te ha hecho un favor: no te has lanzado al mayor de los ridículos. No te has tirado por el precipicio ni te has suicidado literariamente. Recuerda que el público no perdona. Si ha leído una novela tuya y no le ha gustado nada, no volverá a adquirir ni media página que vaya firmada por ti. Eso, sin hablar de los mil pedazos que van a quedar de tu persona cuando te pille un crítico y te reseñe tu novela como “un rollo tártaro”.

En este caso no te queda otra que SEGUIR LUCHANDO. No te preocupes. No es tiempo ni trabajo perdido: todas esas anécdotas o personajes te valdrán para meterlas en cualquier otra novela en la que te sumerjas. Seguro que ves el lado positivo. Y, quizás, esas personas descritas, esos paisajes y esas anécdotas encajan perfectamente en otra historia diferente. Nunca te rindas. No otorgues a nadie el don de tu derrota ni tu desmotivación.

Porque… tú y nadie mejor que tú sabe QUE TE SIENTES DE PUTA MADRE cuando estás escribiendo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

OTRA OPCIÓN DISTINTA DE "HUELGA"




Nos hemos equivocado. Somos unos pringaos SIN REMEDIO.

Nos hemos creído los viejos cuentos de la UGT y de las CCOOs igual que antaño nos tragamos lo del ratoncito Pérez, Santa Klaus y Los Reyes Magos.

A ver, que os quede claro: Los sindicatos MURIERON CON MARCELINO CAMACHO (=un campeón)

Los de ahora... esos que se ponen como el Kiko de mariscadas, viven a lo grande, fuman puros y tienen en la misma puerta de sus sedes un montón de gente protestando por las condiciones en las que les hacen trabajar (doy fe, los he visto en la Avda. de América con mis propios ojos y ¡¡LOS POBRECILLOS TENIENDO QUE PROTESTAR EN LA HORA DE LA COMIDA!! Con pancartas como ésta: “QUEREMOS PARA NOSOTROS LO QUE PEDIMOS EN LA CALLE PARA TODOS LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA”.

Estos señores que tienen sus sueldazos (algunos en varios sitios) ESTÁN HACIENDO SU AGOSTO Y SE ESTÁN LLENANDO LAS ARCAS A COSTA DE NUESTROS DESPIDOS (Se ganan un 10% de cada uno de nuestros finiquitos en las EREs) y les importa un cuerno como nos vaya. No, ahora me equivoco yo: les viene de pastelera madre que nos echen porque así hacen más caja.

De vez en cuando, DE CARITA A LA GALERÍA, hacen una protesta y (CUANDO YA NO LES QUEDA MÁS REMEDIO más por vergüenza, que otra cosa) NOS INVITAN A UNA HUELGA GENERAL. Vale. A ellos les da lo mismo que lo mismo les da que a NOSOTROS NOS QUITEN DE LOS SUELDOS UN 7% POR CADA DÍA DE HUELGA, les da igual que los autónomos (que van a trabajar con fiebre, diarrea, con el brazo roto o con escayolas hasta el cuello) cierren y no tengan ni un euro de ganancia en ese día. ¡¡LES DA IGUAL!!

TANTO MONTA, MONTA TANTO: ISABEL COMO FERNANDO: ¿Qué les importará al señor Presidente del Gobierno, a los ministros, a los señores representantes de las comunidades o de los ayuntamientos el que nosotros tengamos que estar en el puñetero metro parados tres horas? A ellos sus chóferes les llevan hasta donde les dé la gana.

¿Les importa algo a los grandes empresarios de este país (por ejemplo y sin ir más lejos al Sr. Álvarez del Corte Inglés nuestra huelga?

¿Y a los banqueros?

Yo os lo digo (alto y claro):
“NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO”
Se parten la caja de la risa que les da.

Si fuéramos listos, apoyaríamos la siguiente huelga:

1.- NADIE, absolutamente nadie, QUE TRABAJE EN UNA EMPRESA DEL ESTADO falte a su puesto de empleo durante ese día. Lo único (ahí está la gracia) es que NO COBRE A NINGÚN CIUDADANO POR SUS SERVICIOS. Por ejemplo, Manuel López tiene que ir a trabajar en metro… Pero, ¡Oh, sorpresa! QUE LAS PUERTAS ESTÁN ABIERTAS DE PAR EN PAR y no se cobra NI UN SOLO BILLETE NI HAY NINGÚN CIERRE POR EL QUE SE TENGA QUE METER EL METROBUS.

2.- Lo mismo pasaría con todo lo demás: los autobuses, los museos, las galerías, cualquier trámite que te tengan que hacer en cualquier oficina, ¡¡TODO GRATIS!! Al empleado/funcionario no le PUEDEN QUITAR NI UN EURO DE SU SUELDO, PORQUE HA ACUDIDO A TRABAJAR. Eso sí, ¡¡SE LE HA OLVIDADO COBRAR AL CIUDADANO!! ¿Qué os parecería tramitar el abono transporte sin pagar un céntimo? ¿O echar el correo sin poner sellos?

3.- Mari Conchi Jiménez PUEDE IR AL CORTE INGLÉS o a ZARA A COMPRAR LO QUE QUIERA, COMPLETAMENTE GRATIS. Eso sí, la dependienta la va a atender con total normalidad… pero, ¡¡SE LE VA A OLVIDAR COBRARLA!! Luego, va a quedar para comer GRATIS con sus amigas en el VIPS y, después de eso, va a ir con su coche a echar gasolina POR TODO EL MORRO. ¡Ah, y por supuesto, EL CONTROLADOR DE LA LÍNEA AZUL o VERDE no se ha enterado de si tenía puesto su ticket del parkímetro!

4.- ¿Y LOS BANCOS? ¡pobres!  A esos LES VAMOS A HACER CURRAR MÁS. Todos los ciudadanos vamos a hacer colas de horas PARA SACAR TODOS NUESTROS AHORROS, GUARDARLOS BAJO EL COLCHÓN, Y VOLVER A INGRESARLOS AL DÍA SIGUIENTE. A ver qué hacen con nuestras nóminas durante 24 larguísimas horas y con todos los impagos.

¿No sabíais que ahora se dedican al mundo de la inmobiliaria?

Pues ea, ahí va la anécdota que me han contado últimamente:

El señor equis pidió una hipoteca hace años para comprar su piso. El banco no sólo le dio lo que pedía, sino que le autorizó con una generosa cantidad de más para QUE LO REFORMARA Y LO AMUEBLARA. Evidentemente, mandó a su tasador y lo tasó POR MUCHO MÁS DE LO QUE LE PEDÍAN.

Bien, paga su piso, SIN DEMORA, todos los meses durante QUINCE LARGOS AÑOS. (El banco, claro está, YA HA RECIBIDO CON CRECES el coste inicial del piso) pero sigue cobrándole a este señor todo lo que tasó "de más".

El pobre señor equis ¡¡SE QUEDA EN EL PARO!! Y sigue pagando su hipoteca hasta ¡¡QUE YA NO PUEDE MÁS!! (es decir, que no tiene ni para comer)

¿Qué hace el banco? PUES SE QUEDA CON EL PISO!!!

Vale… pues ahora resulta que en el mismo caso está el SEÑOR PÉ. El Señor Pé SE HA QUEDADO EN EL PARO Y NO PUEDE SEGUIR PAGANDO LA HIPOTECA PERO, ¡OH, AVENTURADO ÉL! Que se ha ido a vivir CON SU SANTA SUEGRA Y PUEDE PONER A LA VENTA SU PISO (por supuesto, muchísimo más barato de lo que lo compró) pero algo es algo…

Y ENCUENTRA UN COMPRADOR INTERESADO. El Señor EME.

El señor Eme se dirige al banco para tramitar su hipoteca.

¿Y que le dice el banquero?

----Pero Eme, macho, ¡no me seas gilipollas! Si yo tengo pisos iguales muchísimo más baratos.

¿Es o no es para cabrearse? Lo de la indignación ya se ha quedado obsoleto. Yo no estoy INDIGNADA… estoy LO SIGUIENTE!!!!

Veamos la carita que pone Rajoy si le decimos que lo que vamos a hacer el día de la huelga general ES CURRAR MUCHO MÁS PERO REGALÁNDOLO TODO. Y, por supuesto, COMO VAMOS A ESTAR TODO EL DÍA “POR TODO EL JETO POR AHÍ DE CUCHIPANDI” PUES EN CASA ¡¡no tendremos luz, ni dejaremos correr los grifos de agua, ni consumiremos GAS, NI NADA DE NADA DE NADA!!

¿Qué os parece? A MÍ, desde luego, ME PARECERÍA TODO UN EXITAZO DE HUELGA que jorobaría no al de siempre… si no al de más arriba (para variar)

viernes, 21 de septiembre de 2012

En el boulevard de los sueños rotos

 
Declaro ante todos vosotros estar profundamente enamorada de Joaquín Sabina ¡Me encanta este hombre! Me gusta que deje su pluma volar y llene páginas en blanco que, hasta el momento de recibirlo en su pecho, mantenían intacta su virginidad con la esperanza de alcanzar la gloria de ser germinadas con su tinta.

Y hoy… no he podido evitar recordar En el boulevard de los sueños rotos, “Se dejó el corazón en Madrid, ¡quien supiera reír como llora Chavela!”

Es evidente, mi adorado Joaquín, que no llegaste a conocer a Pilar Cohen, La Chelito, Raquel Meller, Pastora Imperio, Amalia Molina o La Argentinita, ya que cuando estas chicas lucían el esplendor de su juventud divina, tú apenas estabas planeado… pero, ¿Qué me dices de Olga Ramos? ¿O de su hija, Olga María?

Ya nadie llora, ni ríe…, ni hace llorar, ni hace reír, ni estremece ni emociona como estas cupletistas…

Ayer tuve el grato placer de asistir a la conferencia-concierto que dio Olga María Ramos en la BNE sobre Raquel Meller (realmente interesante) y no se hacen una ligera idea de todo lo que aprendí. Si bien es verdad, que llevaba “chuleta”, mi amigo Manuel Rey (otro cupletólogo donde los haya), me “soplaba” todos los detalles que Olga María iba exponiendo o, incluso, los que quedaron en el tintero.

Pero no me sorprende (aunque me entristezca) que esta querida España nuestra, más que en ninguna otra parte del mundo, “nadie sea profeta en su tierra”.

Como cantaría otra de nuestras grandes joyas, María Dolores Pradera, “no se estila” ondear a los cuatro vientos nuestra bandera y escuchar con respeto (o incluso corear) nuestro himno nacional, a no ser que te declares facha o estés celebrando un triunfo de un partido de fútbol de nuestra selección.

“No se estila” hablar de los cantantes españoles más famosos e internacionales (Lola Flores y El Pescaílla, Raphael, Las Rocíos Jurado y Dúrcal, Julio y Enrique Iglesias, Alejandro Sanz, David Bisbal, Miguel Bosé, o Mecano, entre muchísimos otros) si no es para sacar sus trapos sucios y ponerlos ‘a caldo’ en los programas del corazón. O apreciar que nuestro bolero “Bésame mucho” fue traducido a más de 20 lenguas extranjeras.

“No se estila” preferir lo propio a lo ajeno, defender lo único… lo poco bueno que nos queda. ¡¡Qué pena!!

Imaginad que sería de los franceses sin que se les hinchiera el alma de orgullo al escuchar o hablar de Edith Piaf, Charles Trenet, Georges Brassens, Jacques Brel, o Juliette Gréco…

¿De los italianos sin los cientos de cantantes que compusieron la banda sonora de las vidas de nuestros abuelos, padres y de nosotros mismos?

¿Qué sería del mundo si los americanos, de repente, decidieran que es de frikis escuchar Vermont Dalhart, Jimmie Rodgers, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong, Sinatra o Tony Bennett?

Olga María se auto-describe como “el oso de Asturias, el dragón de Komodo y el Lince Ibérico…, una especie en peligro de extinción.” Y vuelve a no extrañarme (aunque, de nuevo, me entristezca)

No saben ustedes lo que se pierden. Ella sale al escenario y lo llena todo. Es una artista con mayúsculas, subrayado doble y negrita. Habla sentando cátedra, haciéndote sentir en casa, te cuenta y canta historias... Es volver a la niñez y sentarte en el regazo de la abuela.

Ella sonríe y apacigua, serena, calma...
 
No sólo canta, ella interpreta y te hace sumergirte en cada párrafo, como si alguien estuviera cantando tu biografía.

De casta le viene al galgo, hija de Olga Ramos y “El Cipri”, su guardería fueron los escenarios y sus juguetes los instrumentos musicales. Tiene una voz excepcional. Después de cantar cuplé puede cantar todo cuanto se proponga. Es guapa, divertida, elegante, culta, alocada, apasionada... En ocasiones hasta llorona, gruñona, nostálgica y mística…

Pero, sin lugar a dudas, única en su especie ¡¡SALVEMOS A OLGA MARÍA RAMOS!!

¿Donativo? : la voluntad y, por supuesto, ir a verla al teatro Prosperidad, todos los viernes a las siete de la tarde.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LA BARBACOA




 
"Dícese del utensilio de hierro con forma de rejilla que se sitúa encima del fuego o las brasas para asar o tostar alimentos. También se suele denominar barbacoa o bien parrillero a la construcción de material u horno que incluye la parrilla.”

“A medida que se acerca el buen tiempo comenzamos a preparar más cosas al aire libre, y ¿qué mejor que una parrilla o una barbacoa para reunirse con los amigos y disfrutar de un buen día? Cocinar a las brasas se ha convertido en una ceremonia social donde familiares y amigos se reúnen para almorzar o cenar en los días de verano.”
 
“Al ser una cocina lenta, ya que es habitual que tarde dos o tres horas en la preparación de las brasas y después en la cocina de éstos, permite el diálogo entre los comensales y hacer de esta cocina algo de lo más divertido.”
 
Bien, más o menos ha quedado claro. Pero ahora os voy a detallar nuestra experiencia veraniega con la barbacoa.
 
La casa de este año era chulísima y, además de tener un jardín estupendo con unas tumbonas para vaguear al sol y una puerta que daba directamente a la ría a modo de playita privada-particular, tenía una barbacoa.
 
Podría haber salido fantástica de no haberse pasado por alto algunos detallitos insignificantes a tener en cuenta. A saber:
 
1.- El día de la barbacoa hay que elegirlo cuidadosamente. Es decir, el día QUE SE LARGA UNO AL PAINTBALL y se decide que “ya que uno está aquí ¿para qué vamos a conformarnos con el pack de doscientas balas si podemos elegir por poquito más EL DE QUINIENTAS?”… pues no, oigan… no… definitivamente mejor dejarlo para otro rato.
 
 
2.- Lo anteriormente mencionado es desencadenante no sólo de la elección de la fecha incorrecta… sino de LA HORA. Me explico: generalmente la barbacoa se hace dos o tres horas antes de la comida o de la cena… DE NINGÚN MODO SE PUEDE UNO SENTAR A LA MESA A LAS DOCE DE LA MAÑANA!!! Sobre todo, si el jardincillo tiene unos farolillos de energía solar que apenas iluminan los diez centímetros cuadrados alrededor del farolillo.
 
 
3.- ¡¡No pasa nada!!
¡¡¡Soy una chica de recursos!!!
¿Tiene la señora velas?
Sí.
Vale. Pues pongo unas velas.
Con esto pueden ocurrir varias opciones:
a) Te puedes abrasar vivo si vas a pillar algo de la bandeja y no tienes la precaución de evitar la llama de la velita.
b) Te puedes dar el batacazo padre cada vez que tengas que alejarte de la luz de las velas o los farolillos para coger algo que se te olvidó en la casa o la nevera.
c) Si no te han pasado ninguna de las dos cosas, verás lo bien que te lo vas a pasar raspando cera de vela desparramada por todos los lados al día siguiente.
d) Y, por último y no menos importante, NO SABRÁS si te has metido en la boca un chorizo criollo o una sardinita hasta haber masticado el bocado.
 
4.- Con relación al último punto (d): las barbacoas suelen hacerse de carne o de pescado. Si eliges ambas opciones (barbacoas MIXTAS) puede ocurrirte que “esa barbacoa no termine nunca”. Esto es: cenas hoy, desayunas mañana, comes y aún te llega para la merienda-cena.
 
5.- Me estaba acordando yo de aquel monólogo del club de la comedia en que describían la barbacoa como eso que se organiza en una casa con jardín en que las mujeres: compran todo, ponen la mesa, preparan la ensalada, preparan las salsas, depositan la carne o los pescados sobre una bandeja y los hombres toman las piezas de ésta para ponerlas en un fuego y, después, las mujeres recogen la mesa, lavan los platos, friegan la parrilla (se ponen los dedos y las uñas negros como el carbón), barren, pasan la manguera y TODOS FELICITAN A LOS HOMBRES POR LO BIEN QUE ESTABA TODO… Pero corramos un tupido velo. Dejémoslo estar.
 
6.- Volvamos a los comentarios “repescados” de otras publicaciones mencionados anteriormente en el encabezado de este enlace.
.../... ¿qué mejor que una parrilla o una barbacoa para reunirse con los amigos y disfrutar de un buen día?" PERO… A VER… ¿UN DÍA? ¿DOS ó CUÁNTOS REALMENTE?
 
.../... permite el diálogo entre los comensales y hacer de esta cocina algo de lo más divertido.” ¿QUÉ DIÁLOGOS? ¿ME LOS PERDÍ CUANDO TRATABA DE NO PARTIRME LA CRISMA YENDO Y VINIENDO A LA CASA?
 
Más o menos (los que yo escuché) fueron como sigue:
a) ¡Ese carbón está mojado! ¡No enciende! ¿No ves que no enciende?
b) No veo nada…
c) Usa las pastillas. Eso no va…
d) A ver, listo, enciéndelo tú, anda…
e) ¿Dónde están las pastillas? ¿Esto qué es?
f) Eso que estás cogiendo es la bolsa de la basura y eso, el pan.
g) Trae la vela, coño, que no me entero.
h) Esas son las sardinas.
i) Es sobre las brasas, no sobre el fuego
j) ¡¿fuego?! ¿Pero qué fuego y qué niño muerto!
k) Ahí no se ponen los chorizos.
l) ¿Qué es esto que he pisado?
m) Y a esto… ¿se le da la vuelta?
 
A todo esto…, cuando ya nos pasmábamos del frío y nos metimos en la casa para tomar el postre, llega el VECINO regañador profesional (un clásico):
----Oye, ¿sabéis qué hora es?
Vamos a ver. ¿Me está llamando usted gilipollas? ¡Claro que sé la hora que es, coño! Dígame usted cualquier otra barbaridad: “Voy a llamar a la policía”; “Me voy a cagar en la madre que parió a Panete”; “Callaos de una puñetera vez que mañana madrugo” o equis pero molestarse en venir de mala leche para preguntarme la hora!!!! Hace falta ser subnormal!!!
 
Moraleja: Si vas a elegir mal el día, la hora y las viandas de una barbacoa… trata al menos que el lugar de celebración esté apartado del mundanal ruido.

mlm

martes, 11 de septiembre de 2012

Día de Paintball

 
 
Este verano decidimos a ir a un PAINTBALL.

¿Que qué es eso? Sencillo: dícese de un lugar en pleno campo donde se coloca un atrezzo simulando varios campos de batalla (a saber: Vietnam, Kosovo, El Llano, El Bosque…) donde una panda de idiotas se lían a tiros unos contra otros (o unos contra unos y los otros contra otros y es que muchas bajas son provocadas por fuego ¿amigo?) con bolas de pintura que TE JOROBAN VIVO y te llenan de cardenales.

Cuando el joven encargado del paintball nos conferenció con aquello de “la adrenalina a flor de piel” y tal y tal… pues como que a mi me pareció que estaba haciendo el artículo… ¡Vaya! “merchandising del güeno” o que simplemente te estaba dando la respuesta lógica a la ineludible pregunta que surge en tu interior como la de “¿Para qué coños me he metido yo hoy aquí?" o "Pero bueno, ¿no tenemos ya una edad?" o "¿No estaría mejor gastándome este dinerito en unas cañas en el chiringuito de la playa?”… pero no, resulta que ¡¡ES VERÍDICO!! Todo el mundo pierde el norte y tus compañeros, de repente, se creen Arnold Swartznegger, Silvester Stallone, La Teniente O’Neil y… ¡¡NORMAN BATES!!

Se les pone jetos de psicópatas asesinos y se lían a tiros con cualquier cosa que se mueva (o que no… o que se esconda… o que respire…)

Las reglas eran claras: si te daban un balazo (y os lo aseguro: ¡¡TE ENTERABAS PERFECTAMENTE!!) tenías que gritar: “¡MUERTA!” o “¡Muerto!” o “¡Eliminado/a!”… (aunque a veces no podías evitar chillar “¡Tu puta madre, cabrón!”) lo malo es que en la mayoría de las ocasiones lo mejor era CHILLARLO ANTES DE QUE TE DIERAN porque los enemigos en tal tesitura no te matan simplemente… no… ¡¡SIEMPRE PREFIEREN REMATARTE!! Es decir, que tras la bala de gracia te caían siempre cuatro o cinco más.

Lo peor, desde luego, es declararte eliminado en un tono normal. En nuestro grupo, por ejemplo, estaba el hombre tranquilo (tipo John Wayne) discreto a la par que elegante que no gritaba, ni chillaba, ni aullaba, maullaba o bramía. El pobre de él abría la boca (no se le oía nada de nada entre tanta voz y tanto tiro) y, de repente, salía del escondite y se dirigía pacíficamente hacia el hospital o a la jaula de los eliminados… Tú, después de preguntar “¡¿Ande va ese degggraciaooo?!” ante la incertidumbre lo tiroteabas sin piedad hasta que él levantara las manos en actitud de redención farfullando un ligero “¡Aaau!”.

Luego, inevitablemente, siempre hay momentos de duda. No me estoy refiriendo a aquellos en los que surgen preguntas como “¿Qué estoy haciendo con mi vida?; “¿Cómo he llegado hasta aquí?”; “¿A quién se le ha ocurrido esta genialidad?”; “¿Quién me mandaría a mí hacerte caso?”… No. Sino a esos en los que te pones a dar tiros a un pobre infeliz que te dice: “¡¡Joder, que soy yo, gilipollas!! ¡Que soy de tu equipo! ¡Que venía a rescatarte!”

O aquella otra que chilla: “¡MUERTA!” pero muy muerta no tiene que estar porque la jodía no hace más que baldarte a balazos… “A ver…, ¿muerta tú o muerta yo?” y te grita cual posesa con encomiable vivacidad: “¡Muerta, estás muerta!”. A veeeeeeeeeeeeeeeer…, hablemos con corrección, oiga. No se dice “¡Muerta!”. En una situación como esa se dice: “¡Muere, so puta!” O “¡Date por fusilada, zorra!” o cualquier otra cosa que te haga enterarte de que tienes que poner tierra de por medio y correr como Forrest Gump.

El sitio se llama Adrenalicia, está en O Grove (Pontevedra, Rías Baixas) hay otro en Algete en Madrid y está en el Facebook. A pesar de que en muchos momentos “no sintáis las piernas” y os acordéis de mis muertos… os lo recomiendo.

Oye…, cosas peores, como las meigas: haberlas, hay las, ¿eh?, imaginad si os visten de conejito para el día de vuestro cumple o vuestra despedida de soltero y os tienen que acribillar a balazos todos vuestros acompañantes.